Seasick Records es la mejor tienda de discos en Alabama

Crecer en Alabama puede ser una experiencia conflictiva. Es un lugar donde las idílicas tradiciones sureñas chocan bruscamente contra la corrupción política normalizada, los pobres rankings educativos y un pasado herido por numerosas transgresiones de los Derechos Civiles. Hemos aprendido del pasado y somos mejores debido a ello, pero hemos tenido problemas para traducir esas lecciones a un presente estable. Por cada paso adelante, celebridades como Roy Moore, Robert Bentley y Jeff Sessions nos empujan hacia atrás.

Es frustrante, porque hay un potencial abundante y hermoso aquí. Para empezar, Alabama no está conformada solo por pistas de NASCAR y densos bosques montañosos. Toma la I-65 hacia el sur, y empezarás a notar la rica y diversa geografía que se extiende desde el montañoso hub tecnológico de Huntsville hasta las playas de arena blanca de Gulf Shores.

Cerca de la mitad de ese viaje en particular, te encontrarás en Birmingham. Una vez el punto cero de algunas de las atrocidades más infames de los Derechos Civiles en Alabama, la “Ciudad Mágica” está ahora en medio de un renacimiento cultural. Es poco probable que el Washington Post, el Conde Nast Traveler y el Wall Street Journal hubieran escrito artículos de viaje explorando el centro de la ciudad hace 20 años como lo hacen ahora. Los esfuerzos de restauración arquitectónica, una floreciente cultura startup y una escena foodie aclamada han puesto recientemente a Birmingham en el mapa como una ciudad sureña de moda, lo que, afortunadamente, ha trascendido hacia su creciente escena musical. En cualquier noche entre semana, los locales pueden disfrutar de un show de punk en Saturn, estilo espacio temático, un show de sótano retro en el peculiar dive bar Mom’s Basement o un acto experimental en el Spring Street Firehouse.

Durante mucho tiempo este viento de cambio nunca pareció extenderse a las tiendas de discos locales. Las tiendas son, en general, venerables viejos favoritos con bines que atienden más hacia la cultura de caza de tesoros de verdaderos coleccionistas y buscadores de discos. Eso no era solo en Birmingham, tampoco. Para algunos, cadenas corporativas como Best Buy, Target o F.Y.E. aún ofrecen una mayor oportunidad de encontrar ya sea los últimos lanzamientos o los clásicos básicos de ciertos géneros. Dan Drinkard notó esta obvia omisión casi inmediatamente después de mudarse a Birmingham en la primavera de 2013.

Originalmente de Memphis, Drinkard de repente se encontró sin acceso a los lanzamientos de hardcore, punk y underground de los que dependía en tiendas como Shangri-La o Goner Records. Después de cansarse de sentirse decepcionado por sus opciones, Drinkard decidió crear un espacio para lo que no podía encontrar naturalmente.

“Así es como opero en la vida. Nadie más va a hacer las cosas por ti, así que tienes que hacerlo tú mismo,” dijo Drinkard.

Afortunadamente, Drinkard tenía experiencia introduciendo nuevas ideas en lugares arraigados en la tradición. Pasó la mayor parte de su adolescencia encontrando formas de tocar punk rock en la República Dominicana. Más tarde fundó su propio sello discográfico, Fat Sandwich, para poder lanzar su música y la de otros amigos.

El 3 de noviembre de 2013, un poco más de seis meses después de su mudanza inicial, Drinkard abrió Seasick Records, orgullosamente nombrado después de la pista cuatro en el clásico de noise rock de 1991 de Jesus Lizard, Goat. Gracias a cinco años de leal apoyo comunitario y numerosas presentaciones en la tienda, Seasick, ubicado en el vecindario de Crestwood en Birmingham, es un soplo de aire fresco absoluto para los entusiastas de la música — un raro refugio para los fanáticos de todos los géneros para navegar, compartir y hablar de música.

“Pienso que muchos de nosotros que estamos muy metidos en esto, estamos muy agradecidos de tenerlo aquí, y tratamos de apoyarlo lo mejor posible y asegurarnos de que sea saludable y esté creciendo y continúe,” dijo Jim Johnson, un coleccionista de discos que ha vivido en el área de Birmingham por más de 20 años. “Porque ha habido momentos en la historia de Birmingham donde no tuvimos muchos locales de música, muchas tiendas de discos — ahora ha cambiado.”

Más allá de Drinkard, el equipo de Seasick ahora incluye tres empleados a tiempo completo, uno a medio tiempo y numerosos voluntarios. En los primeros días, Drinkard se enfocaba en abastecer su tienda mayormente con especialidades de punk, metal y underground. Ahora, tienes la misma probabilidad de escuchar el nuevo Bob Mould en los altavoces de la tienda como una nueva compilación de merengue. Este inventario expandido es en parte por crecimiento personal, en parte por el capitalismo, pero principalmente debido a los amplios gustos de la creciente base de fanáticos de Seasick.

“La gente viene de todas partes, pero todavía somos una tienda de barrio. Si vienes desde Moody, aún somos tu tienda de barrio,” dijo Matt Seward, el gerente de Seasick. “En Moody, puedes ir a Wal-Mart por un CD y eso es todo.”

Aunque la clientela varía desde familias hasta coleccionistas serios y amigos, el personal siempre se entusiasma más cuando niños y adolescentes deslizan un clásico por el mostrador.

“Sabes, cuando un adolescente entra aquí con el pelo verde y dicen, ‘Oye, ¿tienes el nuevo disco de Green Day?’ Es como, ‘Bueno, sí, pero déjame mostrarte el disco más antiguo de Green Day, déjame mostrarte este disco de Rancid, luego hablemos del resto si no lo conoces,’” dijo Seward.

Hay una democracia en Seasick — se te anima a ser ruidoso y orgulloso de lo que amas, pero también se espera que respetes los gustos y formas de vida de los demás. El personal trata de cultivar un ambiente donde las diferencias políticas, sociales y musicales no impidan la conversación.

“Hay muchas cosas que pasan por aquí de las que ninguno de nosotros es necesariamente fan, pero tenemos clientes leales que vienen cada semana. Y les gusta, así que lo conseguiremos para ellos porque, eso es lo que quieren,” dijo Drinkard. “No puedes encontrar eso en ningún otro lugar de esta ciudad. Y muy pocos lugares en el estado hacen lo que hacemos.”

Aparte de un inventario diverso, el hecho de que una barbería con servicio completo esté a pocos metros del mostrador de discos es otro testamento de la naturaleza única de Seasick. Newman Evans, propietario de Newman’s Classic Cuts, fue cortado de mucho del mismo retazo de DIY como Drinkard — los dos se convirtieron en amigos de por vida en shows de punk y hardcore en todo el sureste.

La idea de fusionar los negocios surgió después del éxito desbocado de un fin de semana de cortes de pelo en el antiguo espacio de Seasick. Aun así, Evans dijo que era escéptico de cómo la gente percibiría cortarse el cabello en un espacio dedicado al vinilo. No le preocupó por mucho tiempo — Newman’s Classic Cuts ahora funciona con un estricto horario de citas después de que las filas de entrada a la tienda empezaran a bloquear a las personas de los bines de discos.

En cierto modo, la presencia de la barbería dentro de la tienda demuestra cuánto se siente Seasick como un lugar de reunión comunitario. Es común entrar y encontrar otros negocios locales emergentes haciendo pop-ups dentro de la tienda.

Seasick es más que una tienda de discos — es una influencia positiva que intenta reflejar todo lo bueno que existe a su alrededor — un pequeño paso hacia alentar a los alabamaenses en todas partes a encontrar y celebrar lo que ya está disponible en su propio patio trasero.