Esta vez, Alex Cameron deja de lado la fachada y crea, por primera vez, un álbum muy personal, sin máscaras. A primera vista, sigue siendo bastante impactante, es gráfico, complejo y puede parecer confrontacional, pero está completamente arraigado, ante todo, en el amor y la admiración de Alex por su novia, Jemima Kirke. En palabras de Alex: “Este álbum está dedicado a Jemima. Cuando empecé a escribir estas canciones en marzo de 2018, decidí enfocarme en ella. Quería crear un santuario en su nombre. Quería dejar de contar historias sobre hombres en decadencia y, en cambio, ofrecer mis experiencias con una mujer fuerte… Cuando escuches estas canciones y estés esperando el giro, la broma o cualquier tipo de incomodidad, puedo asegurarte que ninguna de estas cosas estaba presente cuando la...