Su cuarto álbum de estudio, Romantic Images, marca una clara evolución para Molly Burch, tanto emocional como sonoramente. Grabado en Denver con la producción de Alaina Moore y Pat Riley de Tennis, la colección celebra las delicias atemporales de una canción pop bien construída, coqueteando con Blondie, Madonna e incluso Mariah Carey. Burch trabajó deliberadamente con más colaboradoras mujeres que nunca antes en este álbum, y los resultados son trascendentales, celebrando la pasión y el poder de lo femenino divino. Escrito pensando en el espectáculo en vivo, es fácil escuchar el compromiso de Burch con la catarsis colectiva en su entrega elevada y etérea, que logra exudar una introspección reflexiva y una despreocupada libertad al mismo tiempo. El álbum fue grabado durante dos se...