Por qué te encantará...
Para cuando se lanzó Blue Smoke en 2014, la marea de Dolly había cambiado casi por completo. La cantante, que en ese momento tenía 68 años, había cerrado el círculo de alguna manera, de genio a chiste en la música country hasta ícono global convertido en meme, cuya importancia cultural a veces superaba incluso su impacto musical — lo que se evidencia más a menudo en debates acerca de si se le puede llamar ‘feminista’ (un término que ella ni abraza ni rechaza vehementemente), y un floreciente negocio de productos que la posicionaba como una especie de deidad humana (¿WWDD?). No necesitaba grabar un nuevo álbum, salvo quizás como pretexto nominal para una gira; su legado como artista había sido cimentado décadas antes, y la mayoría de los oyentes ni siquiera podía ser confiable ...