La innovadora de géneros, adelantada a su tiempo, Betty Padgett

La historia de la música soul como una fuerza tectónica en la música fue en gran parte escrita por potencias regionales. Stax en Memphis, Motown en Detroit (y más tarde en L.A.), Atlantic en Nueva York (y Alabama, ya que básicamente tenían Muscle Shoals durante un tiempo). Pero por cada sello que eventualmente logró hacerse un lugar en las estanterías de discos de toda América, había docenas y docenas de sellos regionales que lanzaron docenas y docenas de álbums que existieron y luego se desvanecieron en el éter del tiempo. En Miami, uno de esos sellos -- Alwa -- lanzó un álbum en 1975 de una mujer de 21 años que vivía en la ciudad y grabó todas sus canciones en una sola noche en un estudio prestado. El álbum resultante no haría mucho impacto -- a menos que se considere un pequeño éxito regional, y la colocación en un anuncio -- hasta que fue “redescubierto” en una tienda de discos en L.A. por un DJ, y reeditado en 2009. Ese álbum fue Betty Padgett.

Betty Padgett nació en Nueva Jersey, pero su familia se estableció en Miami a finales de los 60. A principios de los 70, fue la líder de un grupo llamado Betty and the Q’s, y eventualmente se unió a Joey Gilmore y el T.C.B., que tuvo actuaciones de apertura para un quién es quién de grupos de soul y funk de los 70 de gira por Miami, como los Impressions y KC and the Sunshine Band.

Cuando Padgett tenía 21 años, fue invitada a grabar las sesiones que se convirtieron en su LP debut, Betty Padgett. Grabado en una sola noche y a menudo en tomas vocales únicas, nunca llegó a las listas, y prácticamente no se escuchó fuera de Florida. Sus únicos semi-éxitos, “Sugar Daddy Pt. 1 & 2” fueron supuestamente presentados en un comercial de Pepsi en los 70, aunque eso es imposible de verificar ya que no hay muchos comerciales regionales de Pepsi en YouTube. Padgett grabaría un par de otros álbumes a lo largo de los años, pero ninguno tendría ni cerca del impacto que Betty Padgett tuvo.

Al escuchar el álbum en 2017, es difícil no pensar que una de las razones por las que el álbum nunca fue el éxito que podría haber sido es porque abarca una variedad de estilos, algunos de ellos antes de sus avances comerciales. Las mencionadas canciones de “Sugar Daddy” son disco antes de que el disco se popularizara, con ritmos de patinaje sobre ruedas y coros dulces como el azúcar. Una canción muy graciosa, presenta un sentido del humor ingenioso. Ella transforma “My Eyes Adored You” de Frankie Valli en un jam de reggae, y “Gypsy of Love” surca ritmos latinos hacia la estratosfera. “Rocking Chair” y “Tonight Is The Night” son jams isleños listos para colocarse en cualquier lista de reproducción de playa. El hecho de que esas canciones estén junto a baladas de soul tradicionales como “Love Me Forever” y “It Would Be A Shame” es casi radical. No hay un estilo unificador en absoluto; tanto en su fortaleza como en su desventaja.

Betty Padgett se mantuvo oscura hasta 2009, cuando el DJ Sureshot descubrió el álbum en una caja de descuento en la parte trasera de una tienda de discos en L.A. Se fue a casa, lo escuchó, y no podía creer que un álbum tan libre en géneros y tan interesante como Betty Padgett pudiera ser tan desconocido. El sello Love N Haight lo reeditó entonces, y ahora está de nuevo disponible a través de nuestra emisión. Es un álbum que se erige como un testimonio de que siempre hay música desconocida por descubrir; que cualquier visita a la tienda de discos podría resultar en un álbum asombroso que nunca has escuchado.