Cada semana, te contamos sobre un álbum que creemos que debes escuchar. El álbum de esta semana es Mr. Morale & The Big Steppers, el último álbum de Kendrick Lamar y el último con Top Dawg Entertainment.
Kendrick Lamar no es tu salvador. Al romper las maldiciones generacionales en su nuevo álbum Mr. Morale & The Big Steppers, promete ser el protector de su familia. En la portada del primer proyecto de Lamar en cinco años, el rapero aparece en primer plano, llevando una corona de espinas y sosteniendo a su primer hijo, mientras su pareja de mucho tiempo, Whitney Alford, abraza a su segundo bebé en una cama. Aunque Lamar parece recto en la portada del álbum, no oculta sus imperfecciones, con una pistola guardada en su cinturón. En una línea similar, Mr. Morale & The Big Steppers transita por la habilidad de alto calibre de Lamar, con una narración reflexiva y una revelación cathártica de sus fallas.
El pasado agosto, Lamar publicó un mensaje que su próximo álbum, tras el ganador del Premio Pulitzer de 2017 DAMN., sería su último lanzamiento en Top Dawg Entertainment. En su partida, Lamar se ha unido a su compañía y sello multimedia cofundado, pgLang, mentorando al artista ganador del Grammy y primo Baby Keem, junto con el nuevo fichaje Tanna Leone. También en la carta, Lamar anticipó parcialmente la base de Mr. Morale & The Big Steppers, que sirve como su primer álbum doble, escribiendo: “El amor, la pérdida y el duelo han perturbado mi zona de confort, pero los destellos de Dios hablan a través de mi música y familia. Mientras el mundo a mi alrededor evoluciona, reflexiono sobre lo que realmente importa. La vida en la que mis palabras caerán a continuación.”
Canalizando su propósito con la invocación de un Poder Superior, Lamar se mantiene humanamente arraigado a través de narrativas de trauma y sanación, ya sea llamando a los hombres negros a reconciliarse con sus “problemas de paternidad” en “Father Time” o teniendo un combate verbal tóxico con su pareja (en este caso, la actriz Taylour Paige) en “We Cry Together.” El álbum se abre con una narración de Alford, quien insta a Lamar a “contarles tu verdad” antes de que él contemple las dimensiones ancestrales y sociales del duelo. Los lazos familiares son profundos en el distorsionado “N95,” donde Lamar replica el flujo de Keem, con su primo contribuyendo adecuadamente con voces de fondo. En la tercera pista, “Worldwide Steppers,” la producción se mueve con trepidación sobre una muestra loopeada de “Break Through” de la banda afro-rock de los 70 The Funkees, donde Lamar reflexiona que mientras toca “Baby Shark” para su hija, también está “vigilando tiburones afuera al mismo tiempo / La vida como un padre protector, mataría por ella.”
A la luz del lanzamiento del álbum, algunos fanáticos llegaron a un desacuerdo al escuchar a Kodak Black siendo presentado en varias pistas, primero en “Worldwide Steppers,” donde el rapero de Florida se presenta junto con el espiritualista, filósofo y autor Eckhart Tolle como narradores. Quizás Lamar está sugiriendo que Black merece redención, a pesar de su problemática historia llena de condenas y acusaciones de violencia doméstica. La creciente instrumentación de jazz libre y las vocales dolorosas del vocalista Sampha acompañan las reflexiones de Kodak como un joven problemático en “Rich (Interlude).” En la pista, afirma que él y sus compañeros soldados de la calle eran una vez “un montón de almas perdidas en modo de supervivencia / No había forma para nosotros a menos que encontráramos nuestra propia.”
Con espacio para que Kodak evoque su pasado, Lamar sigue el ejemplo, revelando sus pensamientos violentos al afirmar ser “Cristo con un tirador” y dejando su egocentrismo en “Rich Spirit.” La primera mitad del álbum concluye con una sesión de terapia grupal entre Lamar, Summer Walker y Ghostface Killah en “Purple Hearts,” antes de que el resto de Mr. Morale & The Big Steppers se gaste en Lamar reconciliándose con sus conflictos internos. Considerando su arte como subjetivo, Lamar repite que “no puede complacer a todos” en “Crown,” ofreciendo dejar el título idolatrado que sus fanáticos dedicados le han otorgado.
Mr. Morale & The Big Steppers es parte cronológica, parte confesional, con Tolle transmitiendo en “Savior (Interlude)” que la identidad proviene de los años formativos de un individuo, donde su autoconfianza se basa en “cosas malas” que soportan. La pista presenta un soliloquio de Keem sobre haber sido testigo del trauma familiar y considerándose a sí mismo “el nuevo profeta,” aprendiendo a superar su difícil crianza. Bajo la producción distorsionante y sobria de “Savior,” Lamar reafirma que los oyentes deben ser su propia salvación en lugar de buscar influencias prestigiosas, que son mortales ellos mismos.
Kodak regresa para “Silent Hill,” donde la producción suave se desliza sobre efectos de sonido de francotiradores, mientras Lamar reflexiona sobre su estrés, mientras Kodak presume de ser un padre presente, a diferencia de su propio padre. “Auntie Diaries” muestra a Lamar siendo bien intencionado y denunciando la homofobia, aunque tropieza con malentendidos de género, insultos y nombramientos erróneos desde una perspectiva infantil. En las redes sociales, algunos han criticado la perspectiva de Lamar sobre la identidad de género como miope, mientras que otros oyentes lo han elogiado por abordar la identidad transgénero como un rapero mainstream.
Llegando a la raíz de sus “regresiones de vida pasada” en “Mr. Morale,” “Mother I Sober” es donde Lamar se suaviza, con voces inquietantes de la vocalista principal de Portishead, Beth Gibbons, mientras el rapero se abre valientemente sobre el abuso sexual en la infancia. A medida que Lamar se libera de las maldiciones generacionales y se niega a transmitirlas a sus hijos, está cubierto por la calidez de “Mirror,” honrando su crecimiento personal y liberándose de cargas mentales.
En Mr. Morale & The Big Steppers, Kendrick Lamar proporciona un espacio para que los hombres negros practiquen la vulnerabilidad a pesar de las expectativas sociales que se les imponen. Mirando profundamente en su interior, exhibe su conciencia en capas, con una dinámica lírica que lo ha cimentado como uno de los grandes.
Jaelani Turner-Williams is an Ohio-raised culture writer and bookworm. A graduate of The Ohio State University, Jaelani’s work has appeared in Billboard, Complex, Rolling Stone and Teen Vogue, amongst others. She is currently Executive Editor of biannual publication Tidal Magazine.
¡15% de descuento exclusivo para profesores, estudiantes, militares, profesionales de la salud y primeros respondedores - ¡Verifíquese ya!