El post-rock comenzó a florecer como un género más importante a principios de los años 90; antes de eso, era incluso más un género de nicho. Las escenas de música underground ofrecían distintas interpretaciones del post-rock; en Chicago, por ejemplo, bandas como Tortoise y Sea & Cake lo mezclaban con jazz. Sonaba minimalista al principio, pero se tornó más maximalista a principios de los 2000, con bandas como Sigur Ros, Mogwai y Explosions In The Sky amplificando el post-rock a capacidades sonoras que podían aplastar las infraestructuras más robustas. Estas tres bandas también han hecho el género más accesible, a través de su trabajo en bandas sonoras: su música ha sido presentada en innumerables programas de televisión y películas alrededor del mundo. (Explosions In The Sky, específicamente, han compuesto para películas conocidas como Friday Night Lights y Lone Survivor.)
nSin embargo, recientemente ha habido una leve resurrección del minimalismo post-rock. Tortoise lanzó The Catastrophist en enero, siete años después de su último álbum completo, Beacons Of Ancestorship de 2009, y junto con el regreso de Tortoise, el propio regreso de Explosions In The Sky con su álbum The Wilderness marca un cambio estilístico para la banda, un álbum caracterizado por su repertorio conciso. Además, Sigur Ros se embarcará en una gira pronto, pero lo harán sin músicos auxiliares, específicamente las secciones de metales y cuerdas que emplearon en giras pasadas (según Pitchfork); será una nueva y obviamente un enfoque mucho más escaso para ellos.
nLo que une a las bandas minimalistas y maximalistas (por dispares que sean sus niveles de volumen) y lo que esencialmente define el post-rock es un enfoque reflexivo de la música basada en guitarra: el género es reacio a la virtuosidad ostentosa y rápida, y en cambio, las canciones tienden a desarrollarse a un ritmo más lento, asegurando que cada pequeño florecimiento musical sea enfatizado. El post-rock es primitivo y catártico, un estilo que es más visceral en su pureza sonora -- así que aquí hay diez álbumes de post-rock que sonarían increíbles en vinilo, el mejor formato para experimentar esta forma de música.
El tercer álbum de este dúo instrumental, compuesto por Brian McBride y Adam Wiltzie, también fue su debut en el sello basado en Chicago Kranky Records, que ha sido un destino emblemático para la música ambiental y experimental desde principios de los 90. Comenzando con una salva de rugidos de ruido blanco durante tres minutos (en “Central Texas”, un guiño al estado natal de Stars Of The Lid), The Ballasted Orchestra se convierte en una amalgama de drones de guitarra brillantes y en cascada, intercalada ocasionalmente con muestras de voz lo-fi; a lo largo de todo el álbum, el dúo convierte sus guitarras en conductos para un zen infectado por la sobrecarga.
Eli Zeger ha escrito para Noisey, Van Magazine, Real Life, Hyperallergic, DownBeat y otros. ¡Ama su guitarra y su gato!
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