Desde que la humanidad ha tenido acceso a la tecnología, la hemos utilizado para alimentar placeres culpables, mantener un ojo en nuestras parejas, denunciar a los haters cuando lo creemos conveniente y publicar selfies que inducen a la envidia. A medida que el paisaje cultural se ha desplazado hacia una sociedad más enfocada en lo digital, el lenguaje en la música popular ha evolucionado para reflejar el acceso que los gadgets y el internet han otorgado. A pesar de estar en una categoría de talento por sí misma, Beyoncé ha realizado una evolución lírica en consonancia con los avances tecnológicos que se han visto en todo el mundo. Desde los días de desprecio en internet con Destiny’s Child hasta la notable ausencia de tecnología en Lemonade, Beyoncé ha utilizado la universalidad del futuro, el voyeurismo y el amor en sus letras.
Un fragmento del álbum debut homónimo de Destiny's Child de 1998, \"Killing Time\", detalla a las protagonistas que esperan el regreso de un compañero a casa. La narrativa se centra en una mujer fiel sentada en la escalera “hasta un cuarto para las 2” matando el tiempo hasta que llegue su interés amoroso. Sin embargo, mientras espera, mantiene la paciencia, insistiendo en que “no tengo nada que hacer, cariño, hey / Solo girar mis pulgares y pensar”, a pesar de cuestionar su fidelidad. Sin la profunda influencia de las redes sociales para rastrear la ubicación de un amante, la canción se interpreta como un cuento inocente de una mujer devota que espera que el objeto de su afecto elija abrazar plenamente su amor.
Allie Volpe is a writer based in Philadelphia who shares a birthday with Beyonce. She enjoys sad music, desserts and long distance running.
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