Alexandra Savior toma las riendas de su propio destino

“Creo que ese ha sido mi mayor miedo,” nos dijo Alexandra Savior acerca de que Alex Turner de Arctic Monkeys la eclipsara, allá por el lanzamiento de su álbum debut, Belladonna of Sadness, en 2017. “Lo cual realmente no entendí hasta que él tocó la guitarra en uno de nuestros shows. Y luego de eso, las cosas empezaron a escalar y la atención comenzó a dirigirse hacia él, lo cual fue muy difícil porque... Me hizo cuestionar el proceso. Creo que empecé a sentirme devaluada.”

En aquel entonces, Savior era un proyecto intencional de “¿Quién es esa chica misteriosa?” de Columbia Records, quien lanzó Belladonna sin mucha promoción y tras algunos retrasos. La composición y talentos de Savior en Belladonna a menudo fueron eclipsados por la implicación del productor y coescritor Turner, especialmente porque llegó después de un silencio radial de Arctic Monkeys, lo que llevó a Savior a admitir en entrevistas que el álbum tal vez era más de Turner que de ella, y no se sentía bien con eso. Solo tenía 21 años, había sido arrastrada por las corrientes del negocio musical por versiones en YouTube, y se estaba perdiendo en el proceso.

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Eso cambia con The Archer, su crudo y cautivador segundo álbum. Después de ser abandonada por Columbia, firmó con 30th Century Records de Danger Mouse, y él la hizo pasar los últimos tres años escribiendo las canciones de The Archer, que abordan relaciones tóxicas (la canción del título), parejas dominantes (“Howl”), y encontrar espacio para tus emociones en las relaciones (“Crying All The Time”). Los años de ser maltratada por un sistema destinado a devorarla y escupirla han dado a estas canciones una firmeza resuelta, una honestidad duramente ganada y un peligro noir.

Savior terminó de escribir The Archer antes de entrar al estudio, donde se unió al productor de Kevin Morby, Sam Cohen, quien presta a estas canciones un toque teatral que le queda muy bien a la voz de Savior. Cuando hacía versiones en YouTube, se la notaba por tener una voz dramática y envolvente, y eso toma el protagonismo aquí por primera vez desde entonces. La impactante “But You” encuentra a Savior como un contrapunto melódico a los zumbidos ensordecedores de una sección de cuernos del tamaño de un mamut lanudo, y ella se pasea y pavonea a través de “Send Her Back”. Puede lograr los gemidos de rímel corrido de “Crying All the Time” junto con la delicada balada de piano “Soft Currents”. Donde Belladonna encasillaba la voz de Savior en uno o dos estilos, aquí está en una autopista de seis carriles, cambiando de carril sin señalizar, mostrando las diferentes entregas dentro de ella.

“Nunca sentí que me veían por quién era; me veían por lo que podían empujarme y lo que era más vendible,” dijo Savior a Billboard en el período previo al lanzamiento de The Archer. Al menos, The Archer es Savior tal como es ahora; una joven artista emocionante, abriendo su propio camino.