What Would the Death of Soundcloud Mean for Unarchived Music?

Por Jake Witz

La fragilidad de los sitios web es una realidad que muy pocos ciudadanos de internet se preocupan. De hecho, la mayoría de las personas actúan bajo la suposición opuesta, eliminando fotos y publicaciones antiguas de Facebook por miedo a su potencial longevidad. Pero en los últimos años, gigantescos sitios como Gawker, Myspace y MegaUpload han cerrado o se han reinventado hasta el punto de no ser reconocibles, demostrando que el internet y el mundo físico operan bajo una ley universal de decadencia.

Ya sea por muerte natural o error humano, parece que Soundcloud será el próximo en perecer. Han habido muchos informes respecto a los problemas financieros y disputas de derechos de autor del servicio de streaming, con Bloomberg incluso informando que los dueños están buscando una compra por mil millones de dólares sin éxito. Soundcloud también ha lanzado una variedad de ofertas sin sentido y fracasadas desde el principio de 2016, incluyendo un servicio de streaming similar a Spotify que alienó tanto a artistas como a consumidores con su precio de 10 dólares y su escasa biblioteca de música con derechos de autor. Combina estos comportamientos con la capacidad de Soundcloud de eliminar contenido sin razón o notificación (como se expresa en su Acuerdo de Usuario) y parece que la empresa está retorciéndose en arenas movedizas.

Esto plantea una pregunta que muchos tienen miedo de hacer, y que muchos más no saben que necesita hacerse: ¿qué pasará con los millones de artistas independientes y canciones en Soundcloud si la compañía cierra? Parte del daño ya está en marcha: Soundcloud recientemente eliminó su funcionalidad de Grupos, que eran esencialmente foros para compartir y discutir música dentro de una comunidad específica. El mes pasado, los usuarios perdieron sus grupos y las listas de reproducción dentro de ellos, lo cual es una tragedia en sí mismo y un presagio de lo que está por venir.

Lo que más está en juego en la inevitable ruina de Soundcloud son las comunidades e historias que ha acogido durante casi una década; La función de repostear del sitio lanzó canciones e influencias por todo el mundo, creando un ambiente propicio para la colaboración y la creación. Productores de géneros basados en pistas como el Jersey Club y el Footwork podían usar Soundcloud para poner sus pistas en manos de seguidores más allá de sus ciudades, creando bases de fans en Japón, Berlín y más allá. Cuentas masivas de estrenos como Detona Funk, ahora con 127,000 seguidores y descargas gratuitas para todos sus posts, han sido instrumentales en la difusión del Baile Funk más allá de las fronteras físicas de Brasil. Incluso la parodia musical encontró un hogar en Soundcloud, con pistas como “POP OFF” de JX Cannon, una remezcla club de un discurso de Obama, volviéndose viral sin ayuda visual o promoción.

Pero quizás el mayor beneficio de Soundcloud ha sido otorgar a los artistas independientes la libertad, aunque condicionada, de publicar y guardar sus canciones personales. Soundcloud alberga un tesoro de músicos con conteos de reproducciones escasos pero con discografías impresionantes. Estos artistas, que están tanto subfinanciados como subrepresentados, son tanto la columna vertebral de Soundcloud como los que más riesgo corren en su caída. Mientras que algunos géneros locales se jactan de ser reconocidos mundialmente por embajadores bien conocidos, solo gracias al apoyo de productores y reporteros con escasos conteos de seguidores esos éxitos pudieron materializarse. Si Soundcloud cesa operaciones, estas comunidades aún activas se disolverán por completo.

Entonces, ¿cómo podría el público preservar la biblioteca y funcionalidad de Soundcloud después de su existencia? Los obstáculos más desafiantes a superar son, irónicamente, las mismas leyes de derechos de autor hechas para proteger la propiedad intelectual de los artistas. Archive Team ha jugueteado con la idea de un archivo completo, pero entienden que tal operación sería un esfuerzo inútil. Incluso si alguien tuviera el espacio en disco duro para albergar millones de gigabytes de música, ciertamente no tendría los fondos para enfrentar las innumerables demandas que resultarían de la operación. El plan de derechos de autor predeterminado para subir en Soundcloud es “Todos los Derechos Reservados,” lo que significa que los artistas no otorgan ningún derecho para copiar, distribuir o usar su música. Este predeterminado es una barrera insuperable para cualquier proyecto oficial de este alcance.

Incluso si Archive Team lograra recolectar los datos de Soundcloud sin problemas, ¿cuánto tiempo pasaría antes de que esos servidores colapsen o pierdan potencia? Algunas soluciones giran en torno a preservar estas canciones en medios físicos resistentes; servicios como Vinylize.it esperan dar a artistas y fanáticos la oportunidad de prensar sus canciones digitales en discos físicos a través de un proceso de votación para decidir cuáles canciones deberían prensarse a continuación en su servicio relativamente pequeño. Esta transición de digital a físico no solo transforma el contexto de la música en juego, sino que también excluye a los músicos menos adinerados de salvar sus perfiles. E incluso concebiblemente, si el público pudiera preservar todo Soundcloud en forma física, tal colección solo sobreviviría del mismo modo que los constructores de búnkeres esperan sobrevivir al apocalipsis nuclear: aislada, inaccesible y muriendo todo el tiempo.

Construir un plan que logre accesibilidad, legalidad y moralidad parece imposible—lo cual es por lo que el alcance de este proyecto teórico debe cambiar. Los seguidores individuales deberían tomar todas las medidas posibles para preservar las canciones que les importan, preservándolas pero también salvándolas de morir en un museo o búnker. La agencia de elegir canciones para salvar, aunque inherentemente sesgada, establece una curaduría que es significativa para su curador, y por extensión, a aquellos a su alrededor. Descargar y compartir estas canciones potencialmente condenadas es el último repost, el último like, que podría preservar la historia.

Si una buena canción tiene un botón de descarga, descárgala. Si no lo tiene, usa cualquier sitio de ripping de mp3 para descargarla. Soundcloud ofrece a sus usuarios descargas limitadas; muy pocos artistas se lo tomarían a mal si descargases su música para compartirla (léase: no venderla). Mientras que este archivo descentralizado carece del peso de un solo almacenamiento físico, la fluidez de este sistema permite que el arte se mezcle libremente con el mundo en general.

El final lógico de Soundcloud tal como lo conocemos, ya sea por reinvención o ruina financiera, es la muerte. Y si el comportamiento impulsado por el lucro de los dueños es una indicación, la seguridad de las canciones de los artistas será lo último en la lista de cosas que salvar del CEO Alexander Ljung. Sus productores seguirán produciendo, pero sus pistas, muchas de las cuales fueron construidas pensando en la compartibilidad de Soundcloud, pueden unirse al vacío de datos junto a los blogs de Myspace, los chats de AOL y los sitios de geocities antes que ellos. Pero mientras los medios que albergan arte siempre decaen, el arte en sí mismo puede vivir a través de los esfuerzos de preservación de aquellos que más se preocupan por él.