Jazmine Sullivan Finds Control In Self-Reflection On ‘Heaux Tales’

foto por Myesha Evon Gardner

“Escuchas este proyecto y—lo que quería hacer es hacerte pensar en por qué haces ciertas cosas, y luego atacar eso, mirar esa parte. ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Si te gusta y te hace sentir bien? Entonces adelante, sigue haciéndolo”, dijo Jazmine Sullivan, hablando de Heaux Tales antes de su lanzamiento en una entrevista con el Breakfast Club el mes pasado. “Pero si lo miras y dices, ‘¿Sabes qué? Eso no está bien, eso comenzó en otra parte, el lugar donde comenzó es lo que necesito abordar’, entonces abordas eso. Así que se trata simplemente de la autorreflexión.”

Como era de esperar por el título, Heaux Tales es, por supuesto, sobre historias de placer carnal —y gracias a dios por eso. Pero también se trata de su(s) definición(es), su propiedad, su reivindicación, los contextos dinámicos en los que se desarrolla y la constante conciencia que sirve para la mejor versión de ello. En sus 13 años de carrera, Sullivan nunca ha sido de endulzar nada, pero su cuarto álbum, y el primero en casi seis años, se arraiga profundamente y con comodidad en la auto-honestidad, utilizando las perspectivas y conocimientos sinceros de otros para dar forma a su marco.

Un álbum conceptual multifacético y sagaz, los “relatos” de seis mujeres diferentes guían temáticamente a los oyentes de principio a fin en forma de breves interludios conversacionales hablados sobre ritmos hipnotizantes u órganos gospel, cada uno seguido por pistas más convencionales que exploran los conceptos expuestos en el interludio anterior.

Toma el sencillo principal sin disculpas, dije-lo-que-dije, “Pick Up Your Feelings.” Sigue “El Relato de Antoinette”, en el que Antoinette declara de forma directa “Nuestra sociedad les enseña [a los hombres] a estar tan envueltos en sí mismos y en sus propias conquistas que se olvidan de que también somos seres sexuales...Estamos aquí diciéndoles que el coño es suyo, cuando en realidad, es nuestro.” En la continuación que acompaña al relato, Sullivan iguala esa absoluta propiedad tanto en destreza vocal como en lirismo; “Chico, por favor, no lo necesito (no lo necesito) / Recuerdos, toda esa mierda, te la puedes quedar,” se limpia las manos—compuesta, indiferente y en control.

Aunque el álbum abraza temáticamente las imperfecciones, ese control fluido se mantiene a lo largo del mismo, inclusive durante momentos más dolorosos o vulnerables, como la balada de sabor amargo “Girl Like Me (feat. H.E.R.)” o la visceralmente desgarradora “Lost One.” Sullivan, y las narradoras que la acompañan, permanecen en su poder a través de todo, en un constante estado de auto-honestidad y reflexión.