VMP Rising: Christelle Bofale

La lírica pensativa y la voz suavemente inquietante de Christelle Bofale están resonando más que nunca en estos días. En estos tiempos caóticos e inciertos, la vulnerabilidad sin tapujos de la artista indie congoleño-estadounidense y su tono bellamente autorreflexivo ofrecen a los oyentes una calma muy necesaria y les permiten el espacio para conectar con sus emociones.

Es evidente que Bofale es una artista y narradora natural. Su EP debut de 2019, Swim Team, es una hermosa colección de canciones que abordan artísticamente temas siempre relevantes como el amor y el autodescubrimiento, utilizando una variedad de instrumentos y técnicas vocales para experimentar creativamente con el tono, género y sonido musical tradicionales. “Las canciones de Swim Team narran un tiempo lleno de desamor, depresión y superación”, dijo Bofale. “Para mí, las emociones pueden sentirse como un cuerpo de agua, como una piscina; el título Swim Team hace referencia a las personas con las que te adentras, ahogas, flotas, saltas y chapoteas en esas emociones. El EP es un símbolo personal de supervivencia para mí.”

Bofale navega estos temas complicados con facilidad, demostrando su naturalidad artística. “Fui expuesta a la música muy pronto”, dice Bofale. “Mi padre me compró un teclado cuando tenía cuatro años y he estado escribiendo canciones desde que era niña. Creo que estaba en séptimo u octavo grado cuando algo hizo clic, y me di cuenta de que realmente quería seguir esto.”

Y no ha mirado atrás desde entonces. La composición de canciones es una de las mayores fortalezas de Bofale como artista. Sus letras son de alguna manera poderosamente simples y profundamente significativas, con cada palabra rebosante de honestidad. En su desgarradora y melancólica balada “Moving on, Getting On”, por ejemplo, la artista lamenta, “moving on, it ain’t easy / getting on, it ain’t clear to me”, con su característico tono lento y anhelante mientras cuerdas poderosas tocan sus exuberantes melodías de fondo. Este tipo de indagación poética abierta es común en la narrativa de Bofale; en lugar de pretender tener respuestas o resoluciones definitivas sobre sus luchas personales, la artista a menudo usa su música para reflexionar o plantear preguntas sobre sus emociones.

“Algunas de mis canciones más tempranas trataban sobre la angustia adolescente, que es una emoción con la que aún puedo relacionarme honestamente”, dijo Bofale. “En la escuela secundaria, escribía sobre lo difícil que se siente vivir en casa, cómo mis padres no me entienden y otros tipos de composición muy narrativos que se centraban en lo que estaba ocurriendo en mi vida en ese momento. En ese entonces, definitivamente todavía estaba descubriendo mi sonido, que diría que es un poco más seguro ahora que tengo una intención más clara y he evolucionado más como artista.”

El arte de Bofale puede haber evolucionado a lo largo de los años, pero su esfuerzo continuo por descubrir su sonido y mensaje en constante cambio es precisamente lo que hace que su música sea tan única y entrañable. Admite que, de hecho, escribió el sencillo “Miles” cuando aún estaba en la escuela secundaria. La canción, que utiliza una melodía de guitarra simple y suave y letras profundas y repetitivas para reflexionar sobre la vaga futilidad compartida de la vida, podría ser perfectamente una entrada de diario de una adolescente tanto como los pensamientos de una persona mayor. Esto también apunta a la fortaleza del trabajo de Bofale como artista; su capacidad para crear música que es atemporal en su entrega y siempre relevante en su mensaje universal.

El sonido de Bofale toma inspiración de diversas influencias musicales que van desde Joni Mitchell hasta St. Vincent y Solange. Quizás lo más notable es que la herencia congoleña de la artista se escucha claramente en cada una de sus canciones, desde la guitarra rítmica en “Miles” hasta el fuerte ritmo percusivo en “Origami Dreams.”

“Mis padres son congoleños y siempre ponían música congoleña en casa cuando era joven”, reflexionó la artista. “Las canciones suelen ser realmente largas; no es raro que las canciones duren 10 o 12 minutos. Me encanta cuando las canciones tienen resistencia, y me gusta escribir canciones que se detienen en ciertos momentos, o que tocan la misma progresión de acordes por un tiempo antes de pasar a algo más. Me encanta la espera lenta de esto, el ambiente pausado de ello. No es como si tuviéramos que encajar lo que sentimos en dos o tres minutos, podemos tomarnos nuestro tiempo y realmente sumergirnos en ello.”

Y eso es exactamente lo que la música de Bofale nos permite hacer. En “U Ochea”, la canción más larga de Bofale hasta ahora, con más de siete minutos, la artista nos lleva a un paseo pausado, deteniéndose en diferentes momentos para resaltar la excepcional percusión, la guitarra persistente y, por supuesto, sus propias letras notables. “A medida que mis habilidades para hacer música evolucionan y crecen, realmente quiero comenzar a confiar más en ese instinto”, dijo la artista. “Pienso en la música que mis padres ponían para mí mientras crecía, y ese realmente es el tipo de sonido que estoy tratando de perfeccionar.”

Mientras Bofale es sin duda una experta en crear baladas emocionales con un mensaje profundo y provocador, la artista tiene mucho más bajo la manga. “Siento que cuando hago entrevistas puedo parecer muy seria”, le dijo a Vinyl Me, Please. “Pero me gustaría que la gente supiera que, si bien sí, parte de mi música es intensa y estoy en mis sentimientos la mayor parte del tiempo, también soy relajada y amante de la diversión. Tengo dos gatos, me encanta organizar fiestas de baile con mis amigos. Simplemente me encanta disfrutar de la vida.”

Este sincero deseo de vivir la vida en sus propios términos brilla a través tanto al hablar con Bofale como al escuchar su música. La honestidad de Bofale y su capacidad para capturar emociones complejas de una manera satisfactoriamente simple es lo que hace que su música sea tan refrescante y tan necesaria en este momento actual.