Hoy, las atormentadas y de gran escala preguntas de Demon Days son más relevantes que nunca — una afirmación que será cierta ya sea que leas este ensayo en el año en que fue escrito, 2019, o mucho más adelante. La sensación de terror de que el mundo está llegando a su fin ha perdurado de forma relativamente fiable durante miles de años, al igual que la sensación de que tal vez el arte pueda ofrecer un alivio, y ninguna de estas parece estar en peligro de desvanecerse. Estamos atrapados en la fatalidad y la tristeza, pero también tenemos una promesa artística: que tal vez estos dos impulsos puedan ser reconciliados a través de la fusión de un monólogo de Dennis Hopper, un coro infantil y los mensajes rap de Bootie Brown de Pharcyde.
