Estos días aquí hay montañas más distantes. Las verdades más simples. Ocultas justo por encima de la oscuridad, como el azul térmico más profundo. Cosechadas suavemente, manos cautelosas, como la carne que retribuye amor. Luego, silenciosamente medio olvidadas, como las consonantes europeas.
\nY estas horas aquí son ensoñaciones recogidas por abejas, atrapadas en imágenes y cosidas en nuestras costuras. Estas son las voces en nuestra cabeza, y nuestra caída sin remordimientos. La santidad de la ausencia, y los retratos en la pared. Los meteoros momentáneos de los gritos que pasan en los coches. Una atmósfera de felicidad contra la nada. Nuestra desafiante voz en silencio contra alguna luz moribunda lejana. Nuestras oraciones siguen pulsando silenciosamente en la marea creciente de la noche.
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