Quiero conocer las verdades más simples. Las que aún sangran. Las que aún crecen bajo toda la luz que no podemos ver. Las que aún se sienten cómodas con nosotros en los días en que no somos más grandes que nuestros lugares habituales y nuestras canciones favoritas. Las que nos recuerdan que el mundo seguirá girando mucho tiempo después de que cada uno de nosotros se haya ido.
Quiero encender uno de los grandes fuegos e intentar comenzar de nuevo. Quiero asegurarme de cuidar a todos mis amigos. Quiero recordar que no estamos por encima de los demás, y que cada corazón tiene sus secretos apretados en un puño. Que todos sentimos ese hambre, y cuando encontramos su comida estamos dispuestos a robarla.
Quiero mudarme a la ciudad en la que estás y aprender lo que quieres decir. Quiero entrar en tu buena oscuridad y vagar sobrio por tus calles.