Escucha, aquí está el trato. Necesitas personas en tu vida que puedan contar una maldita historia. Quiero decir, contarlo de verdad, de tal manera que te deje riendo y asintiendo y sirviendo otro vaso de lo que sea que lo hace todo bastante gracioso ahora que lo piensas. Así que te rompe el corazón, no en pedazos, sino abierto. Personas que te recuerdan que lo que hace que todo esté bien no es llegar a una conclusión determinada, sino la aceptación abrigada de que nuestras historias continúan y continúan a lo largo de la página hasta que un día terminan a medio frase, de una forma u otra. Que todo es bastante absurdo, después de todo, y vale la pena.
Courtney Barnett es una de esas personas. Anonymous Club pondrá su mano sobre tu boca, sin importar lo que estés haciendo cuando suene. Te vas a reír en voz alta cuando abra Lance Jr. confesando “Me masturbé con las canciones que escribiste”. Vas a poner este disco una y otra vez. No solo porque es pegajoso y brillante, sino porque es una narración de primera categoría. Eres tú y tus amigos en el porche con tus historias.